La transición energética y sus nuevos riesgos para la seguridad internacional
Semana del 13 al 17 de Octubre.
Por: Acosta María
Integrantes: Acosta María y Kuzdra Natasha.
La transición energética y sus nuevos riesgos para la seguridad internacional
En un contexto global marcado por fuertes tensiones geopolíticas, la transición energética está revelando que no se trata únicamente de un cambio volumétrico del consumo de combustibles fósiles a fuentes renovables, sino también de una redistribución del poder y de nuevas vulnerabilidades estratégicas. Según un artículo de Infobae (2025), recientes episodios como los cortes de suministro de gas ruso a Europa y las restricciones chinas a la exportación de minerales críticos han puesto de manifiesto que la energía vuelve a fungir como un instrumento de presión internacional.
Durante gran parte del siglo XX, la energía —ya fuera petróleo, carbón o gas— fue pieza central de la política exterior y de la estrategia militar de grandes potencias. Las crisis energéticas, como el embargo árabe de 1973 o la escasez petrolera alemana en la II Guerra Mundial, marcaron claros momentos de vulnerabilidad global. Pero tras la Guerra Fría y gracias a mecanismos como la creación de la Agencia Internacional de Energía en 1974, existía una sensación general de que la seguridad energética se había “domesticado”.
Sin embargo, escribe Infobae (2025), esa complacencia resultó ilusoria: la creciente interdependencia global oculta fragilidades que afloran cuando los equilibrios geopolíticos cambian abruptamente.
La transición hacia energías limpias introduce además nuevas vulnerabilidades. Por ejemplo, aunque la electricidad podría reducir las importaciones de combustibles fósiles, su interconexión transfronteriza y dificultad de almacenamiento la convierten en un blanco estratégico: tal como se menciona, el consumo eléctrico global podría subir del 20 % al 25 % hacia 2035, lo que implica mayores exigencias en infraestructura y reservas estratégicas.
Otro punto crítico es la concentración del procesamiento de minerales esenciales en unos pocos países —China lidera la producción de 19 de los 20 minerales críticos necesarios, y controla más del 70 % del refinado mundial— lo que multiplica los riesgos de interrupción por decisiones políticas.
Imagen ilustrativa (Infobae, 2025).
En consecuencia, las estrategias de seguridad energética deben redefinirse: no basta con producir más internamente, sino que es clave diversificar cadenas de suministro, robustecer infraestructuras, y promover cooperaciones internacionales que creen reglas comunes para estabilizar mercados. La autosuficiencia absoluta es descrita como “un mito” incluso para países tradicionalmente fuertes.
En este escenario, la transición energética se convierte no sólo en un imperativo medioambiental, sino también en una cuestión de soberanía, poder y estabilidad internacional. El desafío es mayúsculo, pero también podría acelerar la adopción de tecnologías limpias, si logra articularse con políticas resilientes que mitiguen los riesgos de coacción y fragmentación del sistema mundial.
Sanjurjo, B. (2025, 27 de octubre). Transición energética: nuevos riesgos y desafíos para la seguridad internacional. Infobae. https://www.infobae.com/america/medio-ambiente/2025/10/27/transicion-energetica-nuevos-riesgos-y-desafios-para-la-seguridad-internacional/

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