El conflicto entre Israel e Irán y las reacciones del mundo Una mirada Geopolítica

 El ataque directo de Irán contra Israel en abril de 2024 marcó un momento histórico de gran tensión para Medio Oriente y para la estabilidad global. Por primera vez, Teherán lanzó una ofensiva abierta con misiles y drones sobre territorio israelí, lo que sacudió el tablero geopolítico internacional y obligó a potencias regionales y mundiales a definir sus posturas o, al menos, a intentar contener una posible escalada bélica

El detonante inmediato del conflicto fue el ataque a un consulado iraní en Siria, atribuido a Israel. Este evento elevó la tensión acumulada entre ambas naciones, que ya tenían un historial de choques indirectos a través de actores como Hezbolá en Líbano, las milicias chiitas en Irak y los enfrentamientos con Hamás. Irán interpretó el bombardeo como una afrenta directa y, en un movimiento calculado pero provocador, respondió con un ataque aéreo que, si bien fue en gran parte contenido por los sistemas de defensa israelíes y estadounidenses, tenía un alto contenido simbólico: mostrar fuerza, capacidad y voluntad de responder.

Fuente: Imagen: Firas Makdesi/REUTERS

Reacciones internacionales

La comunidad internacional reaccionó rápidamente. Estados Unidos, aliado estratégico e incondicional de Israel, activó medidas defensivas conjuntas y reafirmó su apoyo. Sin embargo, su retórica también incluyó llamados a la moderación, en un intento de evitar una guerra regional que comprometa aún más sus intereses en Medio Oriente y que debilite su influencia global frente a Rusia y China. Washington enfrenta una contradicción: debe proteger a su aliado sin escalar un conflicto que pueda afectar a sus tropas desplegadas en la región o al frágil equilibrio diplomático con países árabes.

Europa, por su parte, reaccionó con preocupación. Aunque condenó el ataque iraní, su respuesta fue más equilibrada, consciente de que una guerra en Medio Oriente tendría consecuencias inmediatas para su seguridad energética y estabilidad económica. Francia, Alemania y Reino Unido pidieron moderación e impulsaron mecanismos diplomáticos, mientras que Bruselas subrayó la necesidad de evitar que el conflicto se expanda hacia otros frentes.

 

En el mundo árabe, la reacción fue más silenciosa y compleja. Países como Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Egipto se enfrentaron a un dilema. Por un lado, son históricamente rivales de Irán y han comenzado un proceso de acercamiento a Israel a través de acuerdos diplomáticos como los Acuerdos de Abraham. Por otro, temen que un conflicto abierto desestabilice la región, afecte sus economías e incremente la presión interna de sus poblaciones, muchas de las cuales aún simpatizan con la causa palestina. La mayoría adoptó una postura de neutralidad activa, tratando de influir para que las hostilidades se detengan sin alinearse abiertamente con ninguno de los dos bandos.

En paralelo, potencias como Rusia y China aprovecharon el momento para reforzar su presencia diplomática y cuestionar el papel hegemónico de Occidente en la región. China, en particular, buscó posicionarse como mediador confiable, invocando su política de no intervención y su interés en la estabilidad energética, ya que buena parte del petróleo que consume proviene de Medio Oriente. Rusia, más cercana a Irán por su alianza táctica en Siria, fue ambigua: condenó la violencia pero evitó responsabilizar directamente a Teherán, en línea con su estrategia de confrontar a Estados Unidos de forma indirecta.

Webgrafía: 

BBC News Mundo. (2025, 17 de junio). Cómo ha reaccionado el mundo al conflicto entre Israel e Irán. BBC Mundo. https://www.bbc.com/mundo/articles/ckg32vj2dyxo

Fecha: 19 de junio de 2025

Por: Kuzdra Natasha

Integrantes: Acosta María y Kuzdra Natasha



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